viernes, 31 de marzo de 2017

Ángeles del Infierno (Hells Angels)

Los Ángeles del Infierno nacen al calor de la euforia aliada tras la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Corría el año 1948 y un grupo nada escaso de militares buscaban en Fontana (California) la anhelada adrenalina vivida en el campo de batalla. La desazón de volver a una vida rutinaria y carente de emoción -sumada a los bajos precios de las motos, por los materiales sobrantes de la guerra-, motivó a muchos de ellos a unirse a un grupo cuyo afán era la diversión, las curvas y una libertad nada bien entendida que. Han dejado sucesos tan sangrientos como el ocurrido en un concierto de los Rolling Stones en Altamont (California) en 1969. Esa noche uno de los miembros de estos ángeles apuñaló a Meredith Hunter, que avanzaba hacia el escenario con una pistola-, causándole la muerte.

Los Ángeles se dividieron en chapters (capítulos), grupos locales, principalmente en Estados Unidos y Canadá, donde posteriormente surgieron otras bandas de motoristas que comenzaron a rivalizar con ellos: los Outlaws y los Bandidos. De allí, en los años 70 dieron el salto a Europa, donde ya son mucho más numerosos. Al otro lado del Atlántico, en América, hay unos 300 chapters, mientras que en Europa ya hay cerca de 450.

La contracultura motera se ha defendido en innumerables ocasiones de unos ataques que consideran desmedidos. De hecho, su lema "cuando hacemos el bien nadie se acuerda de nosotros, cuando hacemos el mal nadie lo olvida", es toda una declaración de intenciones. También lo es la de aquellos que rechazan el 1 %, un distintivo que portan quienes abiertamente manifiestan estar en contra del sistema y que parte de unas reyertas ocurridas en California. Incidentes por los que el entonces presidente de la Asociación Americana de Motoristas tuvo que salir en defensa "del 99 % de los motoristas americanos que son honestos".

A pesar de que la Guardia Civil reconocía en el 2014 que no eran más de cinco las bandas asentadas en España realmente peligrosas, el Ministerio del Interior tiene el ojo puesto en más de 80. Europol ha advertido de que el número de estos clubes motoristas ha aumentado en Europa a un ritmo significativo desde el 2010. Estas bandas minoritarias que se asientan en la geografía española proceden fundamentalmente de Alemania, el Reino Unido o Estados Unidos. Así, una vez llegan a España van absorbiendo grupos pequeños de origen español.

Esas bandas son un problema mucho mayor que de orden público, son un problema de crimen organizado. Se dedican a múltiples actividades delictivas: tráfico de drogas, prostitución, extorsiones, blanqueo de dinero y hasta asesinatos cuando son necesarios para mantener el negocio. En el norte de Europa (por ejemplo en Suecia), hace tiempo que son un serio problema, y en los últimos años también ha llegado a Europa del Este, en Rusia y Turquía.

Situación en España
Las autoridades han constatado que España se ha erigido como un mercado estratégico a la hora de crear rutas de tráfico de drogas y seres humanos. De entre las operaciones realizadas figura la operación Triciclo, gracias a la cual se pudo detener a ocho personas vinculadas a los Ángeles del Infierno. Este dispositivo se inició con una investigación por presunto tráfico de drogas a personas relacionadas con el mundo de las motos.

En su organización, en los escalafones superiores se sitúan el presidente, el vicepresidente, el sargento de armas (encargado de la seguridad), el capitán de ruta (que organiza los desplazamientos), el secretario y el tesorero (centrado en la contabilidad). 

Actuaciones contra ellos
Aunque en España son un fenómeno reciente por la movilidad de sus miembros, ya en el año 2009 los Mossos d’Esquadra explotaron una gran operación contra ellos, cuando se detuvo a 22 personas acusadas de formar un grupo de tintes paramilitares y neonazis. Se les incautaron drogas y armas.

A ello se unión otra operación en Mallorca, conjunta de Policía y Guardia Civil, llamada CASABLANCA e impulsada por la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción. La operativa nace cuando se detecta en Mallorca a uno de los personajes más importantes de este mundo, un auténtico capo motero: el alemán Frank Armin Hanebuth, un tipo de 49 años, vinculado a las organizaciones de motoristas desde los años 80, jefe del chapter de los Ángeles del Infierno de Hannover, uno de los más poderosos del continente y uno de los responsables europeos de la organización. En Alemania poseía burdeles, salas de cine porno y sex shops, negocios que le generan millonarios beneficios.

Venía huyendo de las autoridades alemanas y de sus rivales. Bandidos y Ángeles del Infierno han protagonizado en Alemania guerras con muertes, incendios de locales… En varios landers, como en Hamburgo, están prohibidos. Hanebuth pasó tres años en prisión, y cuando salió de la cárcel subió en el escalafón del crimen organizado. Fue acusado en su país de encargar un asesinato y sus propiedades fueron embargadas.

Frank Armin Hanebuth
Hanebuth y los hermanos Abdelghani y Khalil Youssafi –también ciudadanos alemanes– habían fundado en 2009 el chapter de Mallorca de los Ángeles del Infierno y habían comenzado su actividad criminal con uno de los tradicionales negocios de las bandas de motoristas: la prostitución. Ya controlaban tres clubes en la isla de Mallorca y preparaban la compra de más locales para seguir explotando mujeres, a las que esclavizaban y hasta cambiaban su aspecto.

Los Ángeles del Infierno son equiparables a cualquier organización criminal y, por tanto, digamos que el jefe no se manchaba demasiado las manos. Se encargaba de corromper a las fuerzas de seguridad, un principio básico de cualquier banda organizada que se precie. En la operación Casablanca fueron detenidos cuatro agentes de la Guardia Civil que pasaban información a la banda.

No habían logrado todavía tocar a miembros de la administración, pero tenían planeado un gran proyecto: querían construir un circuito de fórmula uno para blanquear los ingentes beneficios que les dejaban sus negocios ilegales, no solo los que tienen en España, sino los de Alemania y Turquía, donde Hanebuth también mandaba. Otro de sus planes era construir un enorme casino en Marruecos, un proyecto que tenían más avanzado que el del circuito de fórmula uno.

Presencia en Galicia
Esta vez, la operación WARRIOR tenía que ver con otro de los tradicionales negocios de las bandas de motoristas: el tráfico de drogas. Dos jefes canadienses de los ángeles del infierno viajaron hasta España para hacerse cargo de un cargamento de media tonelada de cocaína llegado a las costas gallegas desde Colombia.
Lo que nos explican es que las bandas de motoristas están creciendo y abriendo negocios en toda Europa. Y nuestro país es la entrada natural de toda la cocaína que llega a Europa desde América. El Greco Galicia y la Brigada Central de Estupefacientes, contando con información de la DEA, son avisados de que dos jefes de un chapter canadiense habían llegado a un acuerdo con una organización colombiana para meter un importante cargamento de droga en España.

Información sobre la operación Warrior (Faro de Vigo)

Los detenidos fueron: Chad John Wilson y Jason Cyrus Arkinstall. Junto a ellos viajaron a España dos subalternos: Scott Ryan Smitna y Michael John Drybourgh. Chad era jefe del chapter de San Diego (California) y era buscado por las autoridades de Dakota del Sur por un tiroteo en 2009 con una banda rival. Arkinstall posee un largo historial delictivo en Canadá, que incluye la tenencia de armas y el tráfico de marihuana a gran escala.
Llegaron desde París en autocaravanas y coches. Fueron localizados en Madrid y vigilados durante varias semanas durante el mes de agosto, hasta que se desplazaron a Galicia. Por separado, se alojaron en Mondariz y en Ponteareas, lo que ya dio a la policía la pista de que el desembarco de la drogas se iba a producir, casi con toda seguridad, en Galicia. De hecho, las detenciones se produjeron cuando dos gallegos, los transportistas, se cambiaban los coches con los ángeles de menor categoría: en el interior de los vehículos había 500 kilos de droga.

Operación Celestial
Desarrollada en 2015 por la Guardia Civil contra los Ángeles del Infierno en la Costa del Sol, en Málaga. Los detenidos fueron acusados de asociación ilícita, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas. Vídeo de la Guardia Civil sobre la operación Celestial:



Operación Triciclo
Ya el pasado año la Guardia Civil detuvo a nueve personas en Oviedo, A Coruña, Lugo y Vizcaya vinculadas a la organización Ángeles del Infierno. Se practicaron nueve registros incautando más de 16 kilogramos de hachís, más de 8 kilogramos de marihuana, un arma de fabricación yugoslava, gran cantidad de cartuchos de armas cortas y largas, un táser, armas blancas prohibidas, dos teléfonos móviles, dos vehículos, material para la instalación de una plantación indoor de marihuana con capacidad para 1.000 plantas y 34.000 euros.
La operación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de un grupo de personas vinculadas al mundo de las motos pertenecientes al capítulo Northside de Hells Angels Mc Spain, cuya sede está ubicada en la localidad asturiana de la Felguera de Noreña-Siero y cuyos miembros estaban canalizando el tráfico de drogas en la cornisa Cantabria, Castilla y León y la Comunidad de Madrid.

Material incautado a los Ángeles
Las pesquisas determinaron que esta organización compuesta por ciudadanos españoles, un venezolano y un rumano, estaba perfectamente estructurada, con unas rígidas normas de comportamiento, y que desplegaba grandes medidas de seguridad.

Información sobre la operación Triciclo (La Voz de Galicia)

Tres detenidos que ingresaron en prisión, están considerados los máximos responsables de la banda, ya que ostentaban los cargos más representativos del Capítulo (Presidente, Vicepresidente y Sargento de Armas). 

Fuentes consultadas:
La Voz de Galicia 
El Mundo
EFE
ABC
blogs.Ondacero

No hay comentarios:

Publicar un comentario